Error 1: Mala
Organización de Archivos:
A menudo, subestimamos
la importancia de mantener nuestros archivos organizados. Una mala organización
puede hacer que perdamos tiempo valioso buscando lo que necesitamos. Además de
perder el tiempo, corres el riesgo de confundirte reiteradas veces durante la
edición e incluso aumentan las posibilidades de que pierdas contenido
importante.
Te recomiendo crear
una estructura de carpetas clara y coherente. Clasifica tus archivos por tipo,
fecha o proyecto. Esto facilitará enormemente el proceso de edición y evitará
la pérdida de tiempo además de que, si mantienes los archivos de tu programa en
un disco duro sólido principal mientras que los archivos del proyecto en el que
trabajas se encuentran en otro disco duro sólido, el rendimiento que le vas a
exigir a tu equipo es inferior y tu trabajo será más ameno y fluido.
Error 2: Ignorar la
Importancia del Ritmo y la Fluidez:
Uno de los errores más
comunes es subestimar la importancia del ritmo y la fluidez en un vídeo. Pueden
hacer que nuestro contenido sea aburrido o desordenado y con ello que el
espectador pierda el interés y la atención. No olvides que atravesamos la era
de la inmediatez. Además, el resultado será un vídeo poco profesional y muy
probablemente con un mensaje confuso o poco definido.
Presta atención a cómo
fluyen tus escenas. Los cortes deben ser suaves y bien sincronizados. Usa
transiciones adecuadas sin abusar de ellas para mantener una experiencia visual
fluida y atractiva e incluso enséñale el vídeo a una tercera persona mientras
tu también lo ves, esto te ayudará a encontrar defectos que podrás corregir
fácilmente.
Error 3: Abusar de los
Efectos Especiales:
Ni tanto ni tan calvo.
A veces, tendemos a exagerar con los efectos especiales. Sin embargo, más no
siempre significa mejor. Un uso excesivo de efectos puede distraer a la
audiencia y generar una sobrecarga visual, pérdida del enfoque en el contenido
principal e incluso en casos extremos fatiga.
Te recomiendo ser
selectivo y utilizar efectos que realmente mejoren tu historia en momentos
donde tengan un sentido más allá de lo estético. Menos es más en muchos casos.
Mantén los efectos simples y significativos para resaltar tu narrativa y elevar
tu proyecto al siguiente nivel.
Error 4: No Prestar
Atención al Audio:
Uno de los errores más
recurrentes es descuidar la calidad del audio en la edición de vídeo. El sonido
es crucial para la experiencia del espectador y puede afectar la percepción de
tu vídeo. De hecho, cada vez hay más conciencia de que es mucho mejor una mala
imagen que un mal audio, ya que si lo que decimos es interesante la imagen
puede pasar, pero si el sonido es dantesco no hay quien lo aguante, además de
que automáticamente la sensación de un vídeo con mal audio se traduce en un
impacto realmente negativo en la credibilidad sobre nuestra experiencia y
conocimientos.
Dedica tiempo a
mejorar la calidad del audio. Utiliza un micrófono de buena calidad durante la
grabación, pues los hay realmente económicos. Cuida también el lugar donde
grabas y lucha contra la reverberación. Presta atención a los niveles de audio
durante la edición para no quedarte corto, pero tampoco reventarlo. Intenta
evitar ruidos de fondo que no aportan y si se colaron de manera inevitable, elimínalos
en edición. Por último, asegúrate a través de tus mejores cascos de que la
música, los efectos y la voz si es que la hay, estén bien balanceados.
Error 5: Saltarse la
Etapa de Revisión:
La prisa por finalizar
un proyecto puede llevarnos a saltarnos la fase de revisión, lo cual es un
error grave. Revisar es esencial para eliminar errores y mejorar la calidad
general del vídeo. Evitarás errores evidentes e incluso dejar oculta alguna
capa importante en la línea de tiempo justo antes del renderizado.
Establece tiempo para
revisar minuciosamente tu vídeo antes de publicarlo. Busca errores de edición,
problemas de sonido, errores gramaticales si hay texto en pantalla y cualquier
otro aspecto que requiera corrección. Una revisión exhaustiva garantizará un
producto final de alta calidad.