1: Posición
Empecemos por la posición. La posición
desde la cual capturas tu fotografía es fundamental para transmitir la emoción
y la historia que deseas contar. Antes de empezar, tómate un momento para
evaluar el paisaje y determinar desde dónde obtendrás la mejor vista. Mueve tu
posición, camina alrededor y encuentra ese ángulo único que nadie ha visto
antes y que realmente resalte la belleza del lugar. Olvida la idea de replicar
las fotografías que ya han hecho tus ídolos y empieza a destacar con una visión
diferente y original.
2: Encuadre
Ahora hablemos sobre el encuadre. El
encuadre es como el lienzo en el que pintas tu fotografía. Aquí, es importante
sacar de plano todo lo que no aporta a la imagen. Elimina distracciones y
enfócate en lo esencial. Utiliza líneas de lectura y marcos naturales como
árboles para guiar la mirada del espectador hacia el punto focal de la imagen.
Y, por supuesto, ten en cuenta la línea del horizonte para mantener la armonía
en tu composición.
3: Referencias de escala
No olvides agregar
referencias de escala en tu encuadre. En la mayoría de los casos te recomiendo
que esto lo hagas utilizando algún modelo. Esto ayudará a tu audiencia a
comprender la magnitud de la escena y apreciarla aún más. Además, recuerda que
moviendo tu posición y jugando con la distancia focal puedes llegar a escalar
objetos al jugar con las distancias.
4: Mensaje
No sé porque este no es el punto número 1
y tampoco sé por qué no te has suscrito todavía al canal, pero bueno, seguimos.
Cada fotografía debe contar una historia o transmitir un mensaje. Antes de
disparar, piensa en el mensaje que deseas comunicar a través de tu imagen.
¿Quieres expresar paz, misterio, grandeza? Alinea tu composición y elementos de
acuerdo con ese mensaje. Aunque muchas veces, la idea es que ya salgas de casa
con los deberes hechos y el mensaje claramente definido, salir en busca de
aventuras y a lo que surja tiene sus ventajas. Lo malo de este consejo es que
si no lo entiendes bien puedes llegar a perder tomas increíbles que te llamaron
la atención, pero no entendiste el mensaje en ese momento, entonces piensa en
porqué te ha llamado la atención y probablemente encuentres la respuesta. Lo
que quiero decir es que cuando hablo de mensaje, me refiero a entender lo que
quieres transmitir para trabajar en que todo lo que aparezca en tu imagen, potencie
dicho mensaje, pero entiende que casi cualquier foto contiene un mensaje, el
tema es que puede ser muy débil o puede ser muy fuerte.
5: Protagonista
Identifica quién será el
protagonista de tu fotografía y entiende que no tiene porque ser una persona,
animal o insecto, ni siquiera un ser vivo ¿Es una montaña majestuosa, un río
serpenteante o un árbol solitario? Asegúrate de que tu protagonista sea el
punto focal y que todo en la composición lo realce sin que ninguna otra cosa
tenga tanto peso como él para evitar que la mirada se distraiga. En este punto
es importante aplicar algunas reglas fotográficas como el equilibrio y el orden
de lectura. Recuerda que cuando aparece una persona en una fotografía,
automáticamente se convierte en protagonista de la escena y todas las miradas
irán hacia allí, y aunque redes sociales como Instagram están cambiando la
manera en la que producimos y consumimos el arte de la fotografía localizando
todo en el centro en un formato vertical desde mi punto de vista horrible, asegura
una buena composición colocando los puntos de interés de manera equilibrada y
ayudándote de otros elementos interesantes para entretener la mirada y no
caigas en trabajar solo formatos verticales para destacar en internet.
6: Momento
El momento en el que captures tu
fotografía es crucial. Observa cómo cambia la luz y la atmósfera durante el
día. A veces, un simple cambio en el momento puede transformar por completo tu
imagen. Se paciente, aprende a ver donde otros solo miran e intenta capturar la
magia de lo efímero, como un árbol en su momento más dorado del año, una
cascada en todo su esplendor mientras que pasa 350 días sin agua o la montaña
que no habías visto nevada en tu vida a 100 metros de casa.
7: Luz
Siete! Hablemos sobre la hora dorada. La luz
durante la hora dorada, ya sea al amanecer o al atardecer, es tenue, cálida y
crea sombras suaves. Es ideal para la fotografía de paisaje e incluso retratos.
Aprovecha esta luz mágica para realzar los colores y la atmósfera de tu imagen,
pero no te pongas límites y explora diferentes horas y condiciones atmosféricas.
Entiende que cada momento puede ser ideal para un tipo de fotografía y un
acabado diferente. Prueba a servirte de sombras fuertes y contrastadas
colocadas de manera consciente, indaga en la fotografía nocturna jugando con
fuentes de luz del entorno o tuyas propias, aplica largas exposiciones o prueba
el encanto del crepúsculo. La creatividad no conoce límites.